Jardín de Infancia
Año de aparición: 1840
Autores reconocidos: Friedrich W.A. Froebel (1782-1852)
Autores reconocidos: Friedrich W.A. Froebel (1782-1852)
Friedrich W.A. Froebel
Los ideales educativos centrados en el niño se remontan a las obras del siglo XVIII del filósofo francés Jean-Jacques Rousseau. Dichos ideales se basan en la idea de que los niños poseen un impulso innato o principio dinámico que los impele a aprender. Con ese enfoque, el papel del educador recuerda al de un jardinero, pues cuida de los niños para que crezcan con la máxima naturalidad, una expresión muy explícita de esto fue el kindergarden, el “jardín de infancia”, término acuñado por el educador Friedrich Froebel.
Froebel fue un niño solitario. Su madre falleció cuando él era muy pequeño y su padre, ministro luterano, andaba siempre ocupado con su trabajo. Ya de bien pequeño desarrollo un profundo amor por la naturaleza –quizá porque residía en una de las partes más bucólicas de Alemania– y crea que, en última instancia, la naturaleza expresaba la unidad y la interconexión entre todas las cosas.
El joven Froebel decidió dedicar si vida a la educación infantil. Influido por el educador suizo Johann Pestalozzi, Froebel trato de facilitar a los niños las mejores condiciones en que poder jugar, cantar, explorar y aprender de distintas actividades.
En 1837 Froebel y dos amigos suyos abrieron el Instituto del juego y la actividad en el estado alemán de Turingia. Froebel empezó a llamarlo Kindergarten en 1840. Para estimular a los niños, Froebel creó una serie de juguetes o “regalos” que simbolizaban su filosofía. Uno era una pelota, que indicaba la unidad de la naturaleza y la perfectibilidad de la especie humana. Los bloques geométricos y de colores también formaban parte de esta serie, y estaban destinados a enseñar al niño la relación de las partes con el todo. A través de esas actividades y materiales, Froebel pretendía que la escuela fuera un lugar donde el niño pudiera desarrollar su naturaleza y el aprendizaje sucediera con naturalidad.
Curiosamente, los Kindergarten tuvieron menos éxito en Alemania que en otras partes del mundo. A finales del siglo XIX proliferaron jardines de infancia en numerosos países.
Tres niñas leyendo, óleo sobre lienzo, del pintor alemán Wálter Firle (1859-1929).
Referencias
Brosterman, N., Inventing Kindergarten. Nueva York: Harry N. Abrams, 1997.
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