Neurosis de guerra

Año de aparición: 1915
Autores reconocidos: C. S. Myers (1873-1946)


C. S. Myers

Los esfuerzos militares por tratar los problemas psicológicos provocados por los conflictos bélicos han sido vanos: no se ha logrado comprender las causas ni hallar tratamientos eficaces. En la Primera Guerra Mundial, para lo que se denominó “neurosis de guerra” o “corazón de soldado”, ambos bandos rebajaron el enorme número de víctimas psiquiátricas y dieron explicaciones eugenésicas: los hombres que se derrumbaban eran de una estirpe inferior. En la cruel guerra hubo millones de muertos por proyectiles, gases venenosos y bombas. Muchos hombres murieron por ráfagas de ametralladora obedeciendo órdenes insensatas de cargar contra las líneas enemigas sobre terrenos fangosos o cargados de obstáculos. Ya en los primeros meses del conflicto jóvenes en la flor de la vida empezaron a presentarse en los hospitales de campaña con síntomas extraños: unos explicaban que no podían ver, oír o hablar; otros no andaban bien o eran incapaces de dar un paso. Sin embargo, la exploración física no revelaba lesiones neurológicas.
En 1915 el psicólogo británico C. S. Myers designo aquellas reacciones con el término de neurosis de guerra. Al finalizar la guerra había más de ochenta mil soldados británicos diagnosticados de esa dolencia. Myers creía que los síntomas podían deberse a conmociones cerebrales provocadas por explosiones de las bombas; sin embargo, muchos soldados padecían neurosis de guerra sin haber participado en combates. Los síntomas se parecían a los de la histeria. A algunos de los soldados afectados se les había juzgado en consejo de guerra y habían sido ejecutados; a otros se les había obligado a regresar al campo de batalla, donde eran incapaces de actuar; y a muchos los enviaron a casa para su hospitalización. En Inglaterra, el antropólogo, psicólogo y médico W. H. R. Rivers fue de los primeros en probar la psicoterapia de Freud con las víctimas. Para su sorpresa, la tasa de éxito fue muy superior a la conseguida con ningún otro de los tratamientos aplicados por los militares en aquellos momentos. Los buenos resultados de la psicoterapia prepararon el terreno para la rápida expansión del psicoanálisis en Gran Bretaña después de la guerra.



Soldados británicos han ocupado una trinchera alemana en Ovillers-la-Boisselle durante la batalla de Somme en julio 1916.


Referencias
Shepard, B., War of Nerves. Cambridge EE. UU.: Harvard University Press, 2000.

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