Mesmerismo

Año de aparición: 1759
Autores reconocidos: Franz Anton Mesmer (1734-1805)



Franz Anton Mesmer

Al igual que otros teóricos de su época, el médico alemán Franz Mesmer aceptaba la idea de que las estrellas y los planetas influyen en la vida humana, y también en la salud de las personas. En su tesis doctoral, presentada en 1766, Mesmer sugería que la enfermedad era el resultado de una influencia planetaria adversa sobre los fluidos del cuerpo humano y que la curación consistía en restaurar el equilibrio a través de lo que él denomina magnetismo animal. Con el tiempo Mesmer fue refinando sus técnicas de tratamiento. Empezó pidiendo a sus pacientes que sujetaran barras de hierro magnetizadas, y a medida que crecía su reputación creyó que podía magnetizar cualquier objeto (plantas, libros, ropa, etc.) con su propio magnetismo animal, y que esos artículos podrían lograr que se restaurara el equilibrio magnético de sus pacientes, incluso a distancia. Más adelante Mesmer creyó que podía restaurar el equilibrio de sus pacientes y curarlos con solo tocarlos o mirarlos.
Desacreditado en Viena por el tratamiento fallido de una talentosa muchacha ciega, en 1777 se marchó a París. Poco tiempo después estaba tratando a señoras adineradas, incluía la misma María Antonieta. Allí introdujo el tratamiento en grupo en una sala especial, donde sonaba una música suave y los pacientes, sentados, sostenían hierros magnetizados. Mesmer, vestido de morado, entraba en la sala y tocaba a los pacientes con suavidad, lo cual solía provocar llantos, conclusiones y hasta desmayos. Muchos pacientes afirman haberse curado con el tratamiento, pero una vez más, Mesmer fue refutado por el estamento médico, en esta ocasión después de que una comisión real (que incluyera a Benjamín Franklin, entonces embajador en Francia) concluye que los efectos se debían únicamente a la imaginación de sus pacientes.    
Pese a la suerte que corrió la carrera de Mesmer, sus ideas perviven y experimentaron múltiples mejoras a lo largo del siglo XIX, con dos resultados esenciales: el primero, que del mesmerismo surgió la práctica de la hipnosis; el segundo, que la labor de Mesmer dio pie a nuevas teorías del inconsciente y allanó el camino al Psicoanálisis de Freud.

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Referencias
Lamont, P., Extraordinary Beliefs: A Historical Approach to a Psychological Problem. Nueva York: Cambridge University Press, 2013.

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