Síndrome del miembro fantasma

Año de aparición: 1872
Autores reconocidos: Silas Weir Mitchell (1829-1914)


Silas Weir Mitchell

Muchas personas que han perdido una extremidad, un ojo o un apéndice explican cómo siguen teniendo sensaciones en ese miembro, a veces incluso dolor. A menudo los pacientes describen una sensación intensa del miembro perdido en una posición concreta, como un puño cerrado o un codo doblado, o bien sienten que el miembro fantasma es más corto que el que conservan. 
En 1872 el neurólogo estadounidense Silas Weir Mitchell ofreció, por primera vez, una clara descripción clínica del fenómeno. Pero hasta hace muy poco las causas no han estado claras. En los últimos treinta años los científicos han empezado a desvelar el misterio de los miembros fantasma y a descubrir nueva información sobre la organización del cerebro y la Neuroplasticidad. Investigaciones recientes han demostrado que la corteza somatosensorial del cerebro –donde se envían las sensaciones relativas al tacto tras el estímulo– es plástica, lo que significa que se puede reorganizar para adaptarse a una nueva experiencia. Por ejemplo, los investigadores constataron que, cuando se dañaba la conexión nerviosa del dedo de un mono de modo que dejaba de transmitir información al cerebro, la ubicación somatosensorial de aquel dedo dejaba de responder y, además, ahora respondía al dedo adyacente. (En la corteza somatosensorial, la gran mayoría de las neuronas se dedican a áreas sensibles, como la cara, los labios y las manos).
Este descubrimiento tiene importantes e interesantes implicaciones para la rehabilitación. El neurocientífico V.S. Ramachandran desarrolló un sencillo, pero eficaz tratamiento para el dolor del miembro existente como si fuera el miembro fantasma. Mediante el movimiento del miembro sano, el paciente es capaz de deshacer la “parálisis aprendida” del miembro fantasma. Con un uso reiterado de la caja-espejo las áreas relevantes del cerebro se reorganizan en términos de sensaciones experimentadas. Las investigaciones llevada a cabo con esta técnica demuestran que un elevado porcentaje de pacientes con síndrome del miembro fantasma sienten un profundo alivio del dolor.



Amputados de la Primera Guerra Mundial en el Hospital Walter Reed, 1918.

Relacionados Neuroplasticidad (1948)

Referencias
Ramachandran, V. S. y Blakeslee, S., Phantoms in the Brain: Probing the Mysteries of the Human Mind. Nueva York: William Morrow, 1998.

Comentarios

Entradas populares