Psicología del testimonio

Año de aparición: 1902
Autores reconocidos: L. William Stern (1871-1938)


L. William Stern

Las normas sobre quién está cualificado para declarar como testigo en un tribunal evolucionaron en paralelo a la codificación de las leyes. Durante la mayor parte de la historia documentada, las mujeres y los niños han tenido prohibido testificar, pues no han sido considerados creíbles. En otros momentos ha habido muchos otros grupos de personas excluidas, como esclavos, criminales o pobres. Sin embargo, a principios del siglo XX los psicólogos sugirieron una posibilidad para mejorar el testimonio.
El psicólogo alemán William Stern fue el primero en llevar a cabo investigaciones aplicadas sobre la psicología del testimonio. Anteriormente, a finales de la década de 1870, se habían establecido en Alemania los primeros laboratorios de psicología experimental, y hacia 1890 los alemanes ya habían desarrollado un riguroso estudio de psicología aplicada. En 1902, cuando Stern iniciaba su programa de investigación sobre psicología legal, varias universidades ofrecían los primeros cursos sobre Derecho y Psicología. Por ejemplo, Max Wertheimer, más conocido por ser el fundador de la Psicología de la Gestalt, completo su disertación sobre como determinar la veracidad de un testimonio en 1904. En estados unidos la primera aplicación de la psicología al estudio del testimonio la realizó un emigrado alemán, el psicólogo Hugo Münsterberg, en 1908.
UN problema constante en la psicología del testimonio ha sido la disyunción entre los estudios de laboratorio, donde pueden controlarse muchas variables, y la complejidad y el caos de juicios reales. No obstante, hacia la década de 1980 empezó a acumularse en Estados Unidos un sólido corpus de conclusiones de investigaciones. Los testigos oculares son un punto especialmente problemático: por un lado, los psicólogos han desarrollado los conocimientos necesarios para mejorar el interrogatorio de los testigos, así como métodos para obtener información de testigos fiables; por otro lado, los psicólogos también han demostrado que la memoria se puede manipular fácilmente, por lo que es poco fiable, como ocurre en el caso del síndrome de la memoria falsa.


Acusados nazis escuchan las diligencias del tribunal durante los juicios de Núremberg, celebrados en 1945 y 1946. Hermann Göring, que fue pieza clave para el ascenso de Hitler al poder, es el que está más a la izquierda en la fotografía, en la primera fila.


Referencias
Loftus, E. R., Eyewitness Testimony. Cambridge, EE. UU: Harvard University Press, 1996.

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