Los simios y el lenguaje

Año de aparición: 1909
Autores reconocidos: Lightner Witmer (1867-1956) William H. Furness III (1867-1920)


Lightner Witmer


William H. Furness III

En 1909 Peter, un chimpancé muy sofisticado, asombro a Filadelfia con una increíble demostración: apareció en un escenario y patino, monto bicicleta, comió con un tenedor y se fumó un cigarrillo. Peter “nació mono y se convirtió en humano”, como rezaba la publicidad del espectáculo. Dos hombres lo observaron con especial atención el psicólogo Lightner Witmer y el famoso explorador William H. Furness III. Witmer, que recientemente había abierto una clínica psicológica para ayudar a niños con problemas, incluidos los del habla y el lenguaje, se preguntó si sería posible enseñar a hablar a un simio tan inteligente como Peter. Peter no fue más allá de mama, pero Furness consiguió enseñar dos palabras a otro orangután: papa y taza.
Hacia mucho tiempo que los especialistas en psicología comparada y en otras ciencias naturales sentían fascinación por la capacidad de los simios para aprender el habla humana o por saber si tenían un lenguaje propio. Sobre esta última cuestión, el explorador y científico Richard Garner documento vocalizaciones de simios en estado salvaje que parecían una forma de comunicación. Las afirmaciones de Garner se vieron respaldadas por el trabajo del psicólogo Robert Yerkes, que en la década de 1920 identifico al menos treinta y dos sonidos similares a palabras utilizados por dos chimpancés.
En la década de 1930 los psicólogos Luella y Winthrop Kellog criaron a una hembra de chimpancé, Gua, al tiempo que a su propio bebé. Gua no aprendió a hablar, pero entendía a la perfección muchas palabras. Veinte años más tarde los psicólogos Keith y Catherine Hayes criaron a otro chimpancé, Viki, que vivió siete años y aprendió a decir mama, papa y taza. También entendía bastantes palabras y logro enseñar a Cathy algunas vocalizaciones propias de los chimpancés. En la década de 1960 otro chimpancé, Washoe, aprendió a usar correctamente más de treinta signos y entendía muchos otros. Desde entonces se han empleado diversos métodos para intentar enseñar a los simios a comunicarse a través de algún tipo de lenguaje simbólico, y todavía no se ha dicho la última palabra de este asunto.


Booie el chimpance. Con cartas en la mano y fumando un cigarrillo.



Referencias
Savage-Rumbaugh, S., y Lewin, R., Kanri. The Ape at the Brink of the Human Mind Nueva York: Wiley, 1996.

Comentarios

Entradas populares